Si difícil es encontrar coches procedentes de la fábrica de EXIN en México, el que estén en óptimas condiciones es aun más difícil. Y en tal caso el precio del coche suele ser muy alto. 

Otra manera de encontrar estos coches es en estado de desguace; algunos pueden ser recuperados pero otros es imposible, pues a la dificultad de encontrar las piezas de repuesto se suma la imposibilidad de encontrarlas del color del coche que queremos restaurar.

Esto da pie a que algunos restauradores busquen una solución intermedia y coloquen piezas con otros colores, obteniendo como resultado unos coches con unas combinaciones de colores que como tales nunca existieron. 

Sobre esto ya hablaremos más ampliamente en el apartado "Trampas".
 

Incluso se puede dar el caso de estar atacados por el temible "hongo del plástico"

Pero vamos a lo que vamos: tenemos un coche Ferrari GT 330 blanco que trataremos de restaurar para dejarlo lo más parecido posible al original.

Partimos de un coche con un aspecto lamentable pero, si lo observamos detenidamente, vemos que tiene todas sus piezas originales, a excepción del parabrisas; esta pieza no será problema conseguirla. A su anterior dueño no le debía gustar el color blanco y decidió pintarlo de color plata; después del desaguisado no se quedó muy satisfecho y decidió volverlo a pintar de ¡blanco! Y además le dio una buena capa de pintura.
Pero pongamos
  manos a la obra.